martes, 4 de marzo de 2014

DIARIOS DE LA CALLE


 El trabajo que ha mostrado la profesora Erin por ayudar a sus alumnos es de sentarse y admirar. Y sobre todo de aprender y aplicárselo. El esfuerzo, la motivación, la creatividad, la innovación y la involucración de la protagonista son las pautas que le llevarán al éxito y la satisfacción de conseguir su objetivo.

Erin, trabaja en un instituto de Long Beach donde los alumnos se encuentran divididos en distintas bandas y son muy conflictivos. Cuando vive sus primeros días en él se da cuenta que estos niños realmente lo pasan mal, están necesitados y viven ahogándose con todos sus problemas personales. No atienden, se pelean en clase, faltan a clase, etc. Lo primero que hace la profesora es cambiar radicalmente los métodos de enseñanza, modificándolo conforme a los intereses de estos alumnos violentos. Olvida completamente los contenidos previstos (La Odisea de Homero) y empieza a acercarse a ellos de otra forma. Se pone al nivel de sus alumnos, como si fuese una más, estudian la literatura a partir de versos de la música de Tupac, los lleva de excursión (cosa que jamás había pasado antes en este centro con los alumnos de integración porque eran muy conflictivos y además porque no mostraban ningún interés), propone debates, les habla de Anna Frank (con el fin de conectarlos a ella; adolescente que vivió una gran tragedia y escribió sobre ella), les da la opción de usar unas libretas para expresar sus problemas, como un diario, pero sobre todo confía en ellos y es esto en lo que los alumnos se fijan, no hay nada más inspirador y motivador que alguien crea en ti. De esto modo, la profesora ha llevado a sus alumnos de la ignorancia al entusiasmo por aprender, a la curiosidad, a la ilusión, al respeto. No solo logra que estos niños muestren en clase estos "nuevos valores" también consigue que los lleven a la calle.

Me ha desconcertado como el equipo directivo del instituto no hace nada para solventar el problema que patenta en sus instalaciones, ellos mismos dicen que su instituto "era de los mejores" pero no hacen nada al respecto, no pretenden cambiar la situación simplemente se limitan a apoyar a los alumnos que estaban ya antes de que se instaurase el Plan de Integración Social y dejar de lado a los alumnos con problemas porque dicen que no tienen esperanzas en ellos. Pienso que lo último que un docente puede perder es esto, la esperanza. Un profesor sin esperanzas es como un bombero sin valentía, como un arquitecto sin imaginación...

Un aspecto conmovedor es como la protagonista se centra tanto en sus alumnos que aparca su vida personal. Incluso se ofrece a hacer trabajos ajenos a la educación para obtener más dinero y así poder pagar excursiones, libros nuevos y otros materiales para sus alumnos. Sacrificio.

Me gustó mucho que Erin no se quitase nunca el collar de perlas a pesar de los avisos de su jefa de departamento y de su director. No tuvo miedo.

Y para terminar añadir que está claro que esta película refleja la marginación de los alumnos en los sistemas educativos de hoy en día. Son los mismos profesores los que inician este hecho con la diferencia de aulas según el nivel alto o bajo de los alumnos (como las clases de refuerzo).






Es una película que me ha hecho pensar mucho, quizás en un futuro no muy lejano me encuentre en la misma situación que esta profesora. Ahora, esto me servirá de referencia, con motivación, interés y coraje podré conseguirlo (tal vez).

1 comentario:

  1. Buena síntesis de la película y buen análisis de algunos de sus aspectos más interesantes.
    El detalle del collar de perlas es muy revelador; pocos se han percatado de él.
    Desgraciadamente hay también bomberos cobardes y arquitectos sin imaginación… Tu conclusión acerca de que la exclusión y la segregación a veces (muchas veces) parten del propio profesorado es muy acertada.
    Espero que de verdad recuerdes a esta profesora (aunque sea a través de un producto cinematográfico que seguro que tiene más artificio del necesario) a lo largo de tu carrera profesional.
    Enhorabuena, un buen trabajo.

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